El Congreso salvadoreño aprobó en la noche del 30 de junio un decreto para que los estudiantes lean la Biblia por siete minutos antes de iniciar la jornada académica. Los defensores de la propuesta aducen que esto será una herramienta para rescatar valores morales que ayuden a controlar la violencia en el país.
La medida no contó con el apoyo del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora en el poder, y el minoritario partido Cambio Democrático (CD) por considerarla, con toda razón, una decisión inconstitucional y un atropello a la libertad de culto.
La idea fue presentada la noche del jueves a través del diputado, Antonio Almendáriz, quien profesa la denominación evangélica. Alemendáriz pertence al Partido de Conciliación Nacional (PCN)
El PCN señaló el viernes 2 de julio en un comunicado de prensa que la medida "con carácter obligatorio en escuelas y colegios" busca "aliviar la violencia y la inseguridad pública, así como una acción concreta en la formación de la moral de niños y jóvenes que asisten a las aulas".
Explicaron también que la normativa denominada Ley para Autorizar la Lectura de la Biblia en el Sistema Educativo, instruye la lectura de pasajes bíblicos diarios por siete minutos "sin entrar en comentarios religiosos, sectarios, ni de ninguna denominación".
Además, "si el padre de familia no estuviere de acuerdo en que su hijo participe en las lecturas, deberá hacerlo saber por escrito para eximir al alumno de su participación, sin ninguna consecuencia en su contra", apunta el decreto.
El diputado del FMLN, Guillermo Mata sostuvo que la medida es improcedente, y preguntó qué tipo de Biblia leerán los escolares, si la católica, la protestante u otra, mientras la legisladora oficialista, Norma Guevara, añadió que "de alguna manera (la medida) es un atropello a la libertad de culto".
Recordemos que el Artículo 25 de la Constitución de El Salvador reza: Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones,sin más límite que el trazado por la moral y el ordenpúblico. Ningún acto religioso servirá para establecer elestado civil de las personas.
Por su parte el presidente de la república, el señor Mauricio Funes manisfestó que la lectura de la Biblia “Puede ayudar a reconstruir el tejido de valores dañado a lo largo de este tiempo y ayudar a crear nuevos paradigmas especialmente para nuestros niños, nuestros jóvenes, de tal forma de contribuir a reducir la violencia social y la delincuencia, ¿por qué no hacerlo?”
Sin embargo, Funes aclaró que la Biblia no es la solución a la violencia del país centroamericano: “Nunca he planteado que esa sea la solución al problema de la delincuencia en nuestro país, quienes crean que por leer la Biblia la delincuencia se va reducir o por leer la Biblia van a disminuirse los niveles de violencia están equivocados... requiere de una solución más integral”.
Curiosamente la Iglesia Católica Salvadoreña se opuso a la medida y el Arzobispo de San Salvador, José Luís Escobar Alas, pidió al presidente que la norma fuera vetada.
Uno de los argumentos que mencionó Escobar Alas para oponerse a la medida fue que “La lectura obligatoria de la Biblia provocará la lucha entre religiones, que es otra clase de violencia”
¿Será que sabe que si la gente lee este libro se dará cuenta de sus incongruencias y sus pasajes cargados de violencia?
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