2/07/2012

Litempos


Por Jefferson Morley
Documentos del gobierno de Estados Unidos recientemente desclasificados, y entrevistas, han arrojado una nueva luz sobre lo que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sabía -y no sabía- sobre los terribles acontecimientos de 1968 en la Ciudad de México.
Winston Scott, el principal hombre de la CIA en esa época en México, era un encantador norteamericano de 59 años, que operaba desde la Embajada de Estados Unidos en Reforma. Los documentos de la CIA, ahora públicamente disponibles en los Archivos Nacionales en Washington, muestran que Scott se basó en su amistad con el presidente Gustavo Díaz Ordaz, el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y otros altos funcionarios para informar a Washington sobre el movimiento estudiantil, cuyas demandas desafiaban el monopolio gubernamental del poder.
Los documentos, dados a conocer aquí por primera vez, muestran que, entre 1956 y 1969, Scott reclutó en los niveles más altos del gobierno mexicano a un total de 12 agentes. Sus informantes incluyeron a dos presidentes de México, y a dos hombres que posteriormente fueron enjuiciados por crímenes de guerra.
El nombre codificado de la CIA para la red de espías de Scott era LITEMPO. Las letras LI representaban el código de la Agencia para las operaciones en México; TEMPO era el término dado por Scott a un programa que, en palabras de una historia secreta de la Agencia, era "una productiva y efectiva relación entre la CIA y un selecto grupo de altos funcionarios en México". Iniciada en 1960, LITEMPO sirvió como "un canal extraoficial para el intercambio de información política selecta y sensible que cada gobierno deseaba obtener, el uno del otro, pero no a través de intercambios de protocolo público".
En los archivos de la CIA, los agentes de Scott eran identificados con números específicos. LITEMPO-1, por ejemplo, era un hombre llamado Emilio Bolaños, sobrino de Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación y presidente en los 60s. Diaz Ordaz era LITEMPO-2. Como su predecessor en los Pinos Adolfo López Mateos, era amigos personales de Scott. Asistieron a la boda con su tercera esposa, en diciembre de 1962, con López Mateos fungiendo como padrino, o testigo principal, en la ceremonia.
En los registros no se revela cuánto pagaba Scott a sus informantes de LITEMPO, pero por lo menos un alto oficial de la CIA pensaba que era excesivo. En una revisión del programa de LITEMPO de 1964, el jefe de Scott en Washington criticaba que "se les paga demasiado a los agentes y sus actividades no son debidamente reportadas". Uno de collegas de Scott dijo que los agentes de LITEMPO eran "poco productivos y caros."
Scott ignoraba estos reclamos. Frecuentemente se encontraba con sus agentes, a los que llamaba LITEMPOs, y reportaba a Washington sobre sus contactos. En octubre de 1963, le dio a LITEMPO-1, es decir a Bolaños, un "regalo personal" de 1,000 piezas de munición automática de Colt .223 para ser entregados a Diz Ordaz. En su reporte mensual al cuartel general de la CIA, comentó a sus superiores que en 1964, "cuando LITEMPO-2 [es decir Díaz Ordaz] se convierta en candidato presidencial, se podrían requerir cambios al programa de LITEMPO".
Scott también cultivó una relación con Fernando Gutiérrez Barrios, quien era conocido como LITEMPO-4, en la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Scott conocía a El Pollo por lo menos desde 1960. Gutiérrez Barrios asistió a Scott en los días de pánico posteriores al asesinato del presidente John F. Kennedy, en noviembre de 1963, al interrogar a mexicanos que habían tenido contacto con el acusado como asesino, Lee Harvey Oswald.
Otro de los agentes de Scott, según los registros de la CIA, era Luis Echeverría, subsecretario de Gobernación a principios de los años sesenta, y quien es identificado como LITEMPO-8. Echeverría empezó a manejar solicitudes especiales del gobierno norteamericano para dar visas a viajeros cubanos que buscaban escapar de la revolución socialista de Fidel Castro. Cuando Echeverría ascendió en la jerarquía mexicana, también lo hizo en la importancia que le daba su amigo norteamericano. Se convirtió en un invitado ocasional a las cenas que Scott daba en su casa de las Lomas de Chapultepec.
En 1966, un subordinado no identificado de Gutiérrez Barrios, conocido como LITEMPO-12, comenzó a tener reuniones diarias con George Munro, uno de los oficiales de confianza de Scott, para traspasar copias de reportes provenientes de sus agentes de DFS sobre subversivos. De acuerdo con un documento de la CIA, LITEMPO-12 se convierto en la fuente mas productiva de inteligencia sobre "el PC [Partido Comunista], Cubanos en exilio, Trotskistas, y grupos culturales de bloque Soviético."
Cuando en el verano y otoño de 1968 un movimiento estudiantil espontáneo convulsionó las calles de la capital, LITEMPO cobró todavía mayor importancia en la Ciudad de México y en Washington. Scott se apoyó en sus aliados en la cúspide del gobierno mexicano para monitorear y comprender los eventos que se desarrollaban, y que culminaron en la noche de la balacera que, el 2 de octubre de 1968, cobró innumerables vidas en la Plaza de Tlatelolco.
La historia de LITEMPO es una dimensión previamente desconocida a este trágico crimen.
Una noche de verano de 1968, uno de los hijastros de Scott salió a cenar al centro de la Ciudad de México con su madre y su padre, a quien llamaba "Scottie".
"Después que terminamos", recordó el hijo en una entrevista años después, "íbamos caminando de regreso hacia el coche cuando Scottie dijo, 'miren, ahí hay música'. Pasábamos frente a lo que llamaban una peña, una especie de cafetería. Entonces dijo, 'vamos a escuchar'."
Aunque políticamente era conservador, socialmente era muy abierto, adepto a hacer amigos y a conversar.
"Así que ahí estábamos, bebiendo nuestras cervezas, mientras alguien cantaba una canción sobre Castro que era muy popular en esa época. El coro decía, "¿Fidel, Fidel, qué tiene Fidel/Que los Americanos no pueden con él?".
"Scottie gozaba del momento así que también empezó a cantar, levantando su cerveza: "¿Fidel, Fidel, qué tiene Fidel/Que los Americanos no pueden con él?".
De acuerdo con su hijo, la esposa de Scott dijo: "¿Scottie, sabes lo que están diciendo?
"Oh, algo sobre Fidel", respondió.
Ella dijo, "sí, están diciendo que ustedes no pueden manejarlo".
Scottie dijo algo así como que sólo era una canción, a lo que ella replicó, "sabes, si alguien no te conociera tan bien y te viera aquí cantando, pensaría que eres una especie de comunista".
Scott tan sólo se rió, recuerda el hijo.