Cristianos de diferentes sectas se pelean el crédito por "el milagro" del rescate de los mineros chilenos que desde el 5 de agosto están atrapados en el norte de Chile, afuera de la mina San José, en la región de Atacama.
Según informe de The Guardian el 11 de octubre.
Tres denominaciones, adventistas, católicos y evangélicos se adjudican el crédito de haber pedido la intervención divina para mantener con vida a los 33 mineros que han permanecido 68 días en la mina San José.
"Dios me ha hablado claramente y ha dirigido mi mano en cada paso del rescate" dijo Carlos Parra Díaz, un pastor adventista del séptimo día en la mina San José. "Él quiere que los mineros sean rescatados y yo soy su instrumento"
Varios metros habla Caspar Quintana, el obispo católici de Copiapo, allí preparó un altar y dijo a la cámaras. "Dios ha escuchado nuestras plegarias" dijo el obispo "He recibido los comentarios de estímulo de todo el mundo. Déjenos dar gracias"
En otro punto se encuentra el predicador evangélico Javier Soto cantando con una guitarra. "Él escucha la música" dice el pastor.
Los adventistas enviaron, por medio de una sonda, 33 biblias de siete centímetros de ancho y 20 cm de alto, el pasado mes de septiembre.
El pastor adventista también recuerda que fue el priemer clérigo en llegar a la mina. Dice que no fue coincidencia que la exploración de prueba haya alcanzado a los hombres atrapados cuando él estaba orando.
Ninguno de los mineros son adventistas, pero seis familiares pertenecen a esta iglesia que lleva más de 150 años predicando el "inminente" segundo regreso de Jesús.
El pastor también se quejó que su rival católico haya recibido más atención por los medios de comunicación. El obispo ha ido tres o cuatro veces, mientras él ha permanecido allí.
Olvidan todos estos creyentes que la tecnología detrás del operativo de rescate. Las ingeniosas maquinas usadas son: la perforadora Schram T-130, cámaras para escaneo, una grúa que soporta 23o toneladas de peso, dos helicopeteros Bell 412 de la fuerza área chilena, y las tres capsulas Fénix.
Milagroso habría sido que tras los rezos del pastor adventista, o la palabrería del obispo se hubiera abierto el suelo y hubieran ascendido, elevados los mineros cargados por ángeles. Quizás lo que les falta a estos predicadores es la vara de Moisés, pues según cuenta la Biblia en Números 20, Moisés golpeó una peña en el desierto de Zin e hizo salir agua para la mutitud sedienta. Bien la podría haber utilizado el pastor Díaz o el pastor Soto para sacar mineros atrapados. O quizás lo que les hace falta a estos predicadores es un poco de raciocinio. De nada servirían sus oraciones si no se contara con la teconología anteriormente mencionada.
No obstante, siempre habrán personas que dirán "¡milagro!" en lugar de admirar el espiritu altruista del equipo de rescartistas, y la tecnología que ahora nos permite hacer muchas cosas mejor que en el pasado.
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