2/24/2011

Protestas en Wisconsin


Decenas de miles de trabajadores y simpatizantes suspendieron sus labores y prácticamente tomaron el Capitolio estatal en Wisconsin para protestar por un intento del gobernador de destruir los sindicatos del sector público –parte de un asalto antisindical a nivel nacional– en un conflicto que algunos comparan con lo sucedido en Egipto.
El nuevo gobernador republicano Scott Walker y la legislatura controlada por su partido impulsan una iniciativa de ley para anular pensiones, elevar el pago de seguro médico y limitar el derecho a negociar un contrato colectivo sólo de salarios, entre otras medidas para debilitar a los sindicatos públicos y sus conquistas logradas a lo largo de décadas. Walker señaló que estaba dispuesto a desplegar a la Guardia Nacional si los sindicatos se atrevían a realizar acciones para detener estas iniciativas.

Ante ello, desde el martes maestros, trabajadores de hospitales públicos, enfermeras, trabajadores de mantenimiento, de reclusorios y de salubridad pública se concentraron en el centro de Madison, la capital estatal, apoyados por sindicalistas de sectores privados que se sumaron en solidaridad, y durante dos días rodearon el Capitolio y miles ingresaron al edificio gubernamental coreando: a cerrar esto y libertad, democracia, sindicatos.
Miles de estudiantes y profesores suspendieron clases en las universidades estatales en protesta contra la iniciativa. Además miles de maestros de escuelas públicas se reportaron enfermos y no asistieron a sus centros de trabajo para sumarse a las protestas, obligando el cierre de las escuelas públicas en la capital y varios distritos más del estado. Estudiantes de preparatorias y secundarias, en lugar de gozar sus días libres, se sumaron a las marchas y protestas, coreando apoyamos a nuestros maestros, apoyamos la educación pública, y al llegar a la plaza del Capitolio fueron recibidos con ovaciones por miles de universitarios.
Por lo tanto, no pocos observadores comentan que Wisconsin se parece a Egipto, y los propios manifestantes así lo proclamaban. En algunas de las mantas y pancartas se leía: Hosni/Walker (en referencia al gobernador). Protesta como un egipcio. Si Egipto puede obtener la democracia, ¿por qué no Wisconsin? Esta es nuestra plaza Tahrir.
Lo que ocurre en Wisconsin, comentó Noam Chomsky, tal vez es el inicio de lo que verdaderamente necesitamos aquí (en Estados Unidos): un levantamiento de democracia; ya que la democracia aquí ha sido casi eviscerada, dijo en entrevista con el programa Democracy Now!.
Qué glorioso es estar en Madison, Wisconsin, esta semana, donde el pueblo se ha levantado en rebelión contra los republicanos neandertales que buscan destruir los sindicatos del sector público e imponer daño masivo a sus trabajadores. Aquí no se trata de balancear el presupuesto. Se trata de destruir los sindicatos como una fuerza política y económica, escribió Matthew Rothschild, editor de la revista nacional The Progressive con sede en Madison. Es, añadió, la zona cero de la lucha contra todo eso, y los de Wisconsin están realizando la cosa más cercana a una huelga general que jamás he visto en mi vida
Los sindicatos nacionales ofrecen recursos y personal para apoyar a sus secciones estatales, reconocen que si se logra impulsar esa ley en Wisconsin, será replicada en otros estados donde los gobernantes intentan reducir sus déficit presupuestales –que se han multiplicado como consecuencia de la crisis económica– trasladando los costos a los trabajadores del sector público. Iniciativas parecidas se impulsan en Ohio, Indiana, Tenesí, y también versiones menos drásticas pero que imponen severos recortes presupuestales a sindicalistas del sector público –sobre todo maestros– en estados gigantescos gobernados por demócratas como es el caso de Nueva York y California.
Tal ha sido el tamaño de las manifestaciones que algunos legisladores estatales republicanos ya reconsideran su apoyo a la iniciativa del gobernador, mientras que esta mañana todos los demócratas del senado estatal se esfumaron y con ello la cámara alta se quedó sin quórum, lo que imposibilitó un voto sobre la iniciativa que el gobernador desea quede aprobada para mañana. Otros consideran que a pesar de las protestas, esperan aprobar la medida muy pronto.
Hasta el presidente Barack Obama ha expresado su simpatía con los trabajadores en la pugna en Wisconsin. En entrevista con una radio de la entidad dijo que las medidas del gobernador para obstaculizar negociaciones de contrato colectivo “generalmente parecen más como un asalto a los sindicatos… Estos son maestros, bomberos, trabajadores sociales y policías. Hacen muchos sacrificios y una gran contribución, y creo que es importante no denigrarlos o sugerir de alguna manera que todos estos problemas presupuestales son a causa de los empleados públicos”.
Harold Meyerson, columnista del Washington Post, escribió que mientras los trabajadores estaban ayudando a derrocar al régimen en El Cairo, un gobierno estatal en particular estaba procediendo a derrocar a las organizaciones de trabajadores aquí en Estados Unidos. Concluyó que los conservadores estadunidenses frecuentemente expresan su admiración por la valentía de los trabajadores de otros países al protestar contra regímenes autoritarios. “Sin embargo, permitir que trabajadores en casa ejerzan sus derechos amenaza con minar algunos de nuestros propios regímenes (republicanos en particular) y no se debería permitir. Ahora que el gobernador de Wisconsin ha emitido sus órdenes de marcha a la Guardia, podemos discernir un nuevo patrón de solidaridad represiva, desde el faraón… del Medio Oriente al faraón… del Medio Oeste”.

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