El 27 de marzo del 2009, en una reunión con la élite de la bancocracia estadounidense, Barack Obama en tono lapidario subrayó: “mi administración es lo único que queda entre ustedes y la horca…ayúdenme a ayudarles”. Jacob Hacker y Paul Pierson en su obra “Winner Take All Politics” aseguran: “los dirigentes públicos de Estados Unidos han reescrito las reglas de la política americana y de su economía, para beneficiar a los pocos a costa de los muchos”.
Como exponen Hacker y Pierson, en el
último medio siglo las contribuciones se han desplazado de la
corporación a los individuos y de ricos a pobres. La tasa federal sobre
la renta de los estadounidenses con mayores fortunas cayó de un 91%
hasta un 35 %. Los más desposeídos sostienen los desmanes del sistema,
mientras las élites de poder de espaldas a los contribuyentes y sin el
más mínimo escrúpulo, realizan préstamos secretos a través de la Reserva
Federal (FED) a grandes corporaciones europeas, asiáticas, y a bancos
como Citibank, Morgan Stanley, Merrill Lynch y el Bank of America, como
reveló una auditoría –la primera en casi un siglo – realizada por la
Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (Government Accountability
Office), cuyo saldo develó un déficit de 16 billones desde diciembre
del 2007 hasta julio del 2010.
Los modelos del Bank of América – Merrill
Lynch proyectan que Estados Unidos tiene un 35 % de probabilidades de
entrar en una nueva recesión el próximo año. La magra cifra de
crecimiento económico de un 2,7 % prevista para este 2011 es imposible
de alcanzar. El propio Obama aseguró que sería de un 1,7% – según
muchos economistas debe ser muy inferior- y rondaría el 2,6 % en el
2012. Wall Street cerró esta semana con una caída del 5 %, mientras las
bolsas asiáticas sufrieron el mayor descalabro desde marzo del 2009,
condicionado sobre todo por el temor a una nueva recesión global
motivada por la crisis de la deuda que impacta a Europa.
En el orden estadístico estas son algunas
de las principales proyecciones macroeconómicas de ese país en el
período 2010 – 2016.
2010 | 2011 | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | |
PIB REAL | 2.9 | 1.7 | 2.6 | 3.7 | 4 | 3.9 | 3.7 |
INFLACIÓN | 1.6 | 2.8 | 1.8 | 1.9 | 2 | 2 | 2.1 |
TASA DESEMPLEO | 9.6 | 8.8 | 8.3 | 7.7 | 6.9 | 6.3 | 5.7 |
La tasa de desempleo es alarmante.
Súmese que el cómputo excluye más de la tercera parte de los negros e
hispanos de las grandes ciudades, quienes no salen en busca de trabajo, y
a los llamados cuentapropistas, en condición de subempleados. Según
estadísticas, Obama enfrentará las presidenciales del 2012 con una tasa
de desempleo de alrededor del 9% -la más alto de una campaña desde 1940.
El empuje republicano en las elecciones
de medio término – 2010 – situó a los demócratas a la defensiva, al
obtener los primeros 62 sillas en la Cámara de Representantes y 6 en el
Senado –el cual pretenden dominar en el 2012. Los golpes republicanos se
han hecho sentir. Existen ejemplo harto elocuentes, como la reacción
republicana al proyecto demócrata para generar empleo y crecimiento -447
000 millones de USD. El republicano John Boehner – presidente de la
Cámara de Representantes – de inmediato hizo público un comunicado sobre
la oposición de su partido a que el plan se financiara elevando los
impuestos. Pueden evocarse también las presiones a la propuesta
demócrata para enfrentar la inminente mora de pagos generada por el déficit, lideradas por el Tea Party durante semanas de lucha política en el Congreso
En cuanto al alza del techo de la deuda,
los republicanos accedieron a aprobar 2,1 billones de dólares, pero
condicionada a no obstruir el gasto militar, ni elevar los impuestos a
los ricos. El presupuesto bélico en el 2011 fue de 708 mil millones de
dólares – un 3,4 % más que el pasado año – y en el 2012 se vaticina que
rondará los 671 mil millones. Sólo en la agresión a Libia se han
gastado 750 millones de dólares. El jefe de la Fuerza Aérea
estadounidense Michael Donley, reconoció que los bombardeos tienen un
costo de 4 millones de dólares diarios.
El presidente estadounidense realizó ingentes ajustes en su gabinete
para enfrentar el desempleo y el déficit. Nombró a Gene Sperling como
director del Consejo Nacional Económico (NEC) y principal asesor
económico – ocupó ese cargo en el segundo mandato de Clinton - quien
es especialista en el manejo del déficit fiscal. Ahora situó a Alan
Kruegel como jefe del equipo de asesores económicos. Una de sus tesis
fue incluida en el proyecto demócrata para generar empleo y crecimiento
que propone una partida de 45.000 millones para la modernización de
colegios y el desarrollo de infraestructuras de transporte.
Al intervenir en el Comité de Banca,
Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado el 21 de septiembre de 2010,
Kruegel había señalado: “uno de cada cinco trabajos perdidos desde 2007
es del sector de la construcción” y “la industria de la construcción ha
perdido cerca del 25% del total de su nómina”. En cuanto al déficit,
Kruegel propone implementar un impuesto sobre el consumo, lo cual se
convertiría en un desincentivo – él plantea que ese no será el
comportamiento - en momentos en que el Índice de Confianza del
Consumidor en Estados Unidos sufrió – según Conference Board - una
caída de un 59,2 en julio hasta un 44,5 en agosto – la mayor desde la
última recesión -, y aún sufre el negativo impacto por el colapso del
mercado inmobiliario. Un estudio de la Universidad de
Michigan dado a conocer esta semana, plantea que las expectativas del
Índice de Confianza al Consumidor muestra la cifra más alta desde 1980.
Sin embargo, la contracción de la demanda agregada es resultado de una
crisis cuya explosión se generó en el sector financiero, pero tiene sus
bases en la disminución de los salarios como consecuencia de la
contracción inversionista en el sector productivo, la disminución de los
salarios, el desempleo, las altas tasas de inflación y el refugio en
el crédito como mecanismo para equilibrar la falta de liquidez, una
sintomatología acentuada por la implantación de políticas neoliberales
desde la década de los setentas del pasado siglo.
Algunos especialistas en macroeconomía
como Kenneth Rogoff, de la Universidad de Harvard, Oliver Blanchard
(FMI), Greg Mankiw (Harvard) y Paul Krugman (Princeton y Nobel de
Economía) proponen generar una inflación que desplace el costo de la
crisis de deudores a acreedores, una medida de corte keynesiano
encaminada a la disminución de la tasa de desempleo como mecanismo para
activar la economía –ver curva de Phillips. Krugman subraya que “Obama
no debe confundir sus objetivos, en una etapa de recuperación económica,
la estabilización de la demanda agregada, es fundamental, mucho más que
la lucha contra el déficit”.
Las sobredosis financieras inyectadas a
los puntos neurálgicos de la crisis se disipan, en un sistema que ha
fracturado la cadena (capacidad de gasto – demanda – producción – empleo
– ingresos – capacidad de gasto). El capitalismo está sumido en una
crisis de dimensión estructural, que hace difícil corregir los errores
introducidos por la mano invisible del mercado sin traicionar la esencia
liberal del sistema, y donde una depresión continua de la actividad
crediticia podría hacer estallar de nuevo la burbuja financiera,
encerrándose en un círculo tóxico contracción del crédito – depresión
económica.
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