Esto puede parecer un cuento pero no es así, es historia. Un monje inquisidor a las órdenes de Sixto IV, Jacob Sprenger y el “iluminado” protestante reformador Martín Lutero eran de los que creían que un niño llorón era un engendro convertido en criatura diabólica, un ser poseso. ¡Estos señores de la Biblia, esos señores custodios de la verdad divina!
El párrafo que añado es significativo, extraigo un fragmento de Historia National Geographic que seguramente será una sorpresa para más de uno:
En la Edad Media, el niño que lloraba inquietaba y se asustaba, puesto que se lo relacionaba con el demonio. Este aspecto del comportamiento infantil se aborda en el Malleus malleficarum (1486), obra de los inquisidores dominicos Heninrich Krammer y Jacob Sprenger, así como en los escritos de Martín Lutero, el padre de la Reforma; en estos textos se habla de situaciones y posesiones, de niños convertidos en engendros, en criaturas diabólicas. Para proteger a los pequeños de los malos espíritus y las enfermedades y facilitarles el sueño, a veces se colgaban en la cuna AMULETOS, como la malaquita. El llanto pues, no era bien aceptado. Los recién nacidos eran FAJADOS (como muestra este detalle de una pintura de Giotto), entre otras razones para comprimir su tórax y evitar que llorasen. Incluso se mató a niños por este motivo, como el hijo de Miguel Cortés, en 1482; al parecer, fue asesinado por el marido de su nodriza, que no podía soportar los lloros del pequeño.
(Historia National Geographic, nº78 2010, pag.33)
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