6/13/2010

LA CIENCIA VS DIOS



Jamás se ha demostrado, ni se ha observado, ni se ha contrastado, ni se ha reducido a las Matemáticas la existencia de Dios.

El método científico, el más válido para nuestro conocimiento, se basa en el razonamiento para sacar hipótesis, y en la observación y la medición para comprobarlas. Un experimento científico debe de poderse repetirse en cualquier lugar y con cualquier persona.

Primeramente, jamás se ha observado a Dios. No se puede hacer ciencia de algo que jamás se ha observado... totalmente absurdo. Como el primer paso del método científico es la observación, y éste falla, no podemos seguir ni con mediciones (¡absurdo intentar medir a Dios si ni siquiera le hemos observado ni sabemos qué es realmente!), ni con hipótesis, ni con comprobaciones o reducción a leyes matemáticas.

Algo que no se ha observado jamás, por principio no existe. Si, pongamos un ejemplo, estoy solo en una habitación vacía y me dicen que hay otra persona junto a mí, por principio esa persona no existe hasta que no demuestre lo contrario. Es igual que en un estado Democrático: alguien es inocente hasta que no se demuestre lo contrario.

Es más, ni siquiera la Ciencia nos aporta una mínima pista que nos permita sospechar que Dios sí existe. ¿De qué está hecho Dios? ¿Dónde se encuentra? Las respuestas religiosas comunes a estas preguntas son totalmente absurdas desde un punto de vista puramente científico. ¿Qué es eso de "espíritu"? El Universo sólo está hecho de materia y energía. Si Dios no es materia ni energía, ¿qué coño es? "Dios se encuentra en todas partes" científicamente es absurdo, ya que sabemos que la materia es espacio casi totalmente vacío.

Varios han sido los intentos de encontrar científicamente a Dios o a algo relacionado con él, y todos han fracasado. Una vez se pesó un cuerpo recién muerto, y otro vivo, para determinar la masa del espíritu o alma. Las diferencias no fueron apreciables.

Las preguntas que antes se contestaban religiosamente (quién ha creado el Mundo, por qué vivimos, qué son los astros, etc.) ahora tienen respuesta puramente científica que por supuesto ha anulado a la mística (o supersticiosa, o religiosa... como la queramos llamar). Sabemos incluso el origen del Universo y su fin (la teoría del Big-Bang, demostrada ya recientemente). Las únicas gran incógnitas en las cuales la religión aún se refugia son:

Qué había antes del Big-Bang y qué lo provocó.
Qué hay fuera de nuestro universo.
En ambos casos, la respuesta religiosa es, obviamente, Dios.

Pero nos damos cuenta, únicamente con conocer un poco de Física, que ambas preguntas (y por lo tanto sus respuestas) no son válidas ni caben hacérselas bajo ningún concepto. La primera implica un concepto temporal (qué había antes del origen), y la segunda uno espacial (qué hay fuera del Universo). Nuestro universo tiene tres dimensiones espaciales y al menos una temporal, por ello los conceptos relacionados con el espacio y con el tiempo sólo tienen cabida en nuestro propio Universo. Si existen otros, sus dimensiones son totalmente inimaginables. Así pues, el tiempo y el espacio nacieron junto con el Universo, por eso no cabe preguntarse que había antes del origen (porque el tiempo no existía) o qué hay fuera del Universo (porque el espacio sólo existe aquí dentro).

Así pues, vemos que efectivamente la Ciencia por fin, después de tantos milenios de existencia humana, ha anulado completamente a la Religión. Las personas que creen aún en Dios son aquellas que necesitan la seguridad moral que un ser superior proporciona, o aquellas que no poseen los suficientes conocimientos científicos (que no por ello dejan de ser básicos y al alcance de todos).

Además, la ciencia no nos deja ni siquiera un ápice de incertidumbre en el que refugiarnos. Todo se puede reducir a leyes matemáticas, todo se puede controlar. No hay nada extraño. Incluso detrás de fenómenos aparentemente caóticos se esconde siempre el orden. Sabemos que el Universo es finito en espacio y en tiempo. Conocemos todos los misterios de la vida, y no encontramos nada "raro" en nuestro interior... todo es química: el amor, los sentimientos, la razón, el movimiento, los pensamientos... todo se puede reducir a combinaciones y reacciones entre átomos. ¿Dónde está lo extraño? Sabemos de dónde venimos, y a dónde vamos. Conocemos la historia natural de nuestro planeta, y de sus especies (incluida la nuestra). Cada vez nos adentramos más en la física de lo muy pequeño (física cuántica) y seguimos sin encontrar nada que la ciencia no pueda analizar. ¿Dónde se encuentra, pues, nuestro Dios? Ha muerto bajo el puñal de la Ciencia.

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