6/30/2010

LA MENTIRA MAS GRANDE JAMAS CONTADA



En el apartado de las grandes mentiras, un hombre de negocios no trae nada cuando se le enfrenta a un religioso. Porque les voy a ser sinceros amigos. Cuando se trata de mentirotas – mentirotas serias de las grandes ligas – es imposible no quedarse asombrado ante el campeón de las falsas promesas y afirmaciones exageradas: la religión. No hay duda. No hay duda. La religión.
La religión tiene la historia más falsa jamás contada. Piénsalo. La religión ha convencido a la gente de que hay un hombre invisible que vive en el cielo que observa todo lo que haces, cada minuto de cada día. Y el señor invisible tiene una lista especial de diez cosas que no quiere que hagas. Y si haces una de estas diez cosas, tiene un lugar especial, lleno de fuego y humo y calor y tortura y sufrimiento, a donde te va a enviar para que vivas ahí y sufras y te quemes y te ahogues y grites y llores para siempre hasta el final de los tiempos!
Pero Él te ama. Te ama, y necesita tu dinero! Siempre necesita dinero! Es todopoderoso, perfecto, omnisciente e infinitamente sabio… pero no puede manejar bien su dinero! La religión recauda miles de millones de dólares, no paga impuestos, y siempre necesitan un poco más. ¿Qué tal? Es la historia más grande más falsa jamás! Santo cielo!
Pero quiero que sepan algo. Esto es sincero. Quiero que sepan, que cuando se trata de creer en Dios, realmente lo intenté. Vaya que lo intenté. Intenté creer que hay un Dios, que nos creó a todos a su imagen y semejanza, que nos ama mucho, que observa y cuida de las cosas. En verdad lo intenté, pero tengo que decirles, entre más vives, entre más observas a tu alrededor, más te das cuenta, que algo está realmente jodido. Algo está mal aquí.
Guerra, enfermedad, muerte, destrucción, hambre, suciedad, pobreza, tortura, crimen, corrupción y las telenovelas. Algo está definitivamente mal. Este no es un buen trabajo. Si esto es lo mejor que Dios puede hacer, no estoy nada impresionado. Resultados como estos no deben estar en el CV de un Ser Supremo. Este es el tipo de mierda que esperarías de un practicante de oficina con una mala actitud. Y aquí entre nos, en un universo decentemente manejado, este tipo ya estaría en la calle.
Y por cierto, digo “este tipo”, porque firmemente creo, viendo los resultados, que si hay un Dios, tiene que ser un hombre. Ninguna mujer podría o hubiera jodido las cosas tanto así. Así que, si hay un Dios, creo que la mayoría de las personas razonables estarán de acuerdo que al menos es incompetente, y tal vez, tal vez, no le importa un carajo. No le importa un carajo, lo cual es una cualidad que admiro en las personas, y que claramente explicaría todos estos malos resultados.
Así que a diferencia de ser otro robot religioso sin cabeza, creyendo ciega y estúpidamente que todo esto está en las manos de una misteriosa e incompetente figura paterna a quien no le importa un carajo, decidí buscar a ver que otra cosa podía adorar. Y de la noche a la mañana me convertí en un adorador del sol. Bueno, no de la noche a la mañana… porque no hay sol de noche. Pero lo primerito que hice llegada la mañana fue adorar al sol. Hay varias razones.
Primero, puedo ver el sol, ¿sí? A diferencia de otros dioses que pudiera mencionar, realmente puedo ver el sol. Soy fanático de eso. Si puedo ver algo, no se, como que ayuda con todo eso de la credibilidad ¿saben? Así que todos los días puedo ver el sol, y puedo ver todas las cosas que me da; calor, luz, comida, flores en el parque, reflejos en el lago, y ocasionalmente cáncer de piel, pero bueno. Al menos no hay crucifixiones, y no estamos matando gente porque no están de acuerdo con nosotros ni para convencerlos.
La adoración al sol es bastante sencilla. No hay misterio, no hay milagros, no hay sacrificios, nadie pide dinero, no hay canciones que tengamos que aprendernos, y no tenemos un edificio especial donde nos juntamos todos una vez a la semana a comparar vestimentas. Y lo mejor del sol, es que nunca me dice que soy indigno de él. Nunca me dice que soy una mala persona que necesita ser salvada. No ha dicho ni una palabra fea. Me trata bien. Entonces, yo adoro al sol. Pero, no le rezo al sol. ¿Saben porqué? No me gustaría comprometer nuestra amistad. No sería amable.
Siempre he pensado que las personas tratan a Dios bastante mal, ¿no creen? Le piden trillones y trillones de oraciones cada día. Pidiendo y rogando favores. Haz esto, dame aquello, necesito un nuevo auto, quiero un mejor empleo. Y la mayoría de estas oraciones las hacen en domingo, su día de descanso. Eso no está bien. No es manera de tratar a un amigo.
Pero la gente reza, y rezan por muchas cosas, ya sabes, tu hermana necesita una operación en la entrepierna, tu hermano fue arrestado por defecar en el centro comercial. Pero sobre todo, en verdad te gustaría cogerte a la pelirroja esa de la tiendita de la esquina. Ya sabes, la que tiene el parche en el ojo y la pata de palo. ¿Puedes rezar por eso? Yo pensaría que tendrías que hacerlo. Y pues, bien. Reza por lo que quieras. Reza por lo que sea, pero, ¿y qué pasa con el Plan Divino? ¿Recuerdas eso? El Plan divino.
Hace mucho tiempo, Dios hizo un Plan Divino. Le pensó mucho y decidió que era un buen plan, y lo puso en marcha. Y por billones y billones de años, ese Plan Divino ha ido en curso bastante bien. Pero ahora, llegas tu, y rezas por algo. ¿Qué pasa si eso por lo que rezaste no estaba en el Plan Divino de Dios? ¿Qué quieres que haga? ¿Que cambie su plan? ¿Sólo para ti? ¿No te parece bastante arrogante? Es un Plan Divino. ¿De que sirve ser Dios si cualquier tonto con un librito de oraciones de 10 pesos puede venir y arruinar Tu Plan?
Y aquí hay otro problema que pudieras tener: Supón que tus oraciones no son respondidas. ¿Qué dices? “Bueno, es la voluntad de Dios. Y su voluntad se hará”. Perfecto, pero si es la voluntad de Dios, y Él va a hacer lo que Él quiera de cualquier forma, ¿para qué coños te molestas con estarle rezando en primer lugar? Me parece una gran pérdida de tiempo! Mejor sáltate toda esa parte de la rezadera y asume su voluntad! Todo es muy confuso.
Entonces para dejarme de todas esas cosas, decidí adorar al sol. Pero, como dije, no le rezo al sol. ¿Saben a quien le rezo? A Joe Pesci. Dos razones: Primero que nada, él es un buen actor ¿sí? y para mí, eso cuenta. Segundo, el parece ser el tipo que puede hacer que las cosas se hagan. Joe Pesci no juega. De hecho, Joe Pesci me cumplió un par de cosas con las que Dios estaba teniendo problemitas.
Por años le pedí a Dios que hiciera algo sobre mi vecino ruidoso y su perro escandaloso. Joe Pesci arregló a ese hijo de puta con una sola visita. Es sorprendente lo que puedes lograr con un simple bate de béisbol.
Así que ya llevo casi un año rezándole a Joe Pesci. Y noté algo. Noté que todas mis oraciones que antes le ofrecía a Dios, y que todas las oraciones que ahora le ofrezco a Joe Pesci, están siendo respondidas con la misma frecuencia del 50%. La mitad de las veces obtengo lo que quiero, la otra mitad no. Igual que Dios, 50-50. Igual que la hoja de trébol de cuatro hojas, igual que la herradura de caballo, que la noria de los deseos y que la pata de conejo, igual que Walter Mercado, igual que la señora Vudú que te dice tu fortuna al apretarle los testículos a una cabra. Todo es igual: 50-50. Así que solo escoge tu superstición, relájate, haz un deseo, y diviértete.
Y para ustedes que buscan en la Biblia lecciones morales y cualidades literarias, les sugiero mejor otras historias. Tal vez les gustaría leer Los 3 Cerditos, ese es bueno. Tiene un final feliz, y seguramente eso les gustará. También está Caperucita Roja, aunque tiene esa parte clasificación X cuando lobo se come a la abuela, lo cual no me pareció nada correcto, ¿pero saben qué? No importa. Porque no existe ese lobo, y no existe Dios. Ninguno, ni un solo Dios, jamás. De hecho, lo pondré de esta manera. Si hay un Dios, que mate con un rayo a toda esta audiencia! ¿Ven? No pasa nada. ¿Todos bien? Bueno, aumentaré las probabilidades un poco. Si hay un Dios, que me caiga un rayo y me mate ahora! ¿Ven? No pasa nada. Oh espera, tengo un calambre en la pierna. Y me duelen los testículos. Estoy ciego. Estoy ciego. Ah no ya, ya pasó. Ya estoy bien. Tal vez fue Joe Pesci. Dios bendiga a Joe Pesci. Muchas gracias a todos. Que Joe esté con ustedes!

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