En 1924, John Scopes (en la imágen de la izquierda) de 24 años, profesor sustituto, comenzó a impartir tranquilamente su clase de biología en Dayton, Tennessee. No sabía en ese momento que 1 año después le cambiaría la vida. Y no sólo a el, también a dos grandes corrientes de la época: el creacionismo y la evolución. Esta ultima, avalada por las evidencias, algo de lo que carece la primera.
En 1925 fue aprobada la Ley Butler. John Washington Butler, miembro de la Legislatura del Estado, ante el temor de la población de Tennessee a la enseñanza de la evolución, presento a principios de ese año un artículo totalmente creacionista. Según dice, redacto este borrador de ley debido al miedo que le dio ver a un chico joven que había sido siempre religioso, perder su fe después de asistir a las clases de ciencia, con lo que pensó: ¿Puede esto pasarle a mis hijos?. Pero bueno, como decíamos, el artículo decía que estaba prohibido enseñar la evolución en cualquier tipo de centro académica, desde la Universidad hasta los centros de primaria. La pena, entre 100 y 500 dolares de la época. De hecho, lo veo mucho incluso para hoy.
Como decíamos, redacto el artículo, lo presento en la Cámara de Representantes el día 21 de Enero y el día 28 "habemus" ley. Sólo 7 días, con 71 votos a favor y 5 en contra.
Como decíamos, redacto el artículo, lo presento en la Cámara de Representantes el día 21 de Enero y el día 28 "habemus" ley. Sólo 7 días, con 71 votos a favor y 5 en contra.
Total, que ya teníamos ley y John Scopes debía decidirse entre seguir enseñando evolución en clase, o agacharse en las duchas del monasterio más cercano para pasar por el aro del clero más amistoso.
Pero antes de que decidiese nada, entró en escena la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos. Esta asociación vio en John Scopes la excusa para anunciar en todo Estados Unidos la injusticia que se estaba realizando en "La democracia" por antonomasia, que defendía la libertad de culto, y donde se estaba solamente enseñando una visión del mundo: la religiosa, basada únicamente en la fe. Es decir, para probar la legalidad de los límites religiosos sobre la enseñanza impuestos por el estado.
La Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos accedió a correr con los gastos de John Scopes en el juicio, si este accedía a seguir explicando biología como "dios manda" (tenía que decirlo). Dicho y hecho. John siguió explicando la evolución y un buen día se presento la policía en el colegio y se lo llevó. Había comenzado el "Juicio del Mono".
El juicio en si fue peculiar desde el principio. Creo si no voy errado, que fue el primer juicio retransmitido en todo el estado. El jurado popular estaba formado por amas de casa y granjeros que reconocían abiertamente no tener formación científica y creer en la literalidad de la Biblia. Vamos, idóneos, para valorar la honradez de cada parte,...
También es interesante comentar los dos abogados que participaron. Por una parte se encontraba William Jennings Bryan, quien fue por tres veces candidato demócrata a la presidencia de los EEUU, líder fundamentalista cristiano embarcado en una cruzada para eliminar la evolución de la enseñanza en todos los EEUU y que vio en el juicio una manera de hacer campaña electoral y atacar al ateísmo. Obviamente, este fue el preferido de la mayoría de la población. De hecho, fue recibido entre cantos religiosos y pancartas que decían textualmente "Scopes, arderás en el infierno". Vamos, lo que predica la Biblia. Paz y esas cosas.
Y en el bando contrario, representando y defendiendo a John Scopes, se encontraba el mejor abogado de la época: Clarence Darrow, ateo reconocido, políticamente incorrecto y de carácter afable e informal. Clarence Darrow se ofreció a representar a John Scopes gratuitamente, cuando se entero quien era el fiscal.
Total, en ocho días se concluyo que John Scopes era culpable y debía pagar como mínimo 100 dólares. Parece obvia esta conclusión viendo que tanto el juez como el jurado popular eran abiertamente creacionistas. El colmo de la honradez, vamos. Sin embargo, por errores en el proceso John se salvo de la multa, con lo cual ambas partes se sintieron ganadoras.
Y así sucedió a grandes rasgos uno de los juicios más famosos de la historia.
John Scopes siguió enseñando ciencia toda su vida y acepto varias becas de estudios de postgrado en geología, campo en el que trabajaría hasta su muerte en el 1970.
En cuanto a la ley Butler, que yo sepa, fue ignorada aunque permaneció activa hasta el 1967.
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