8/09/2010

La Pederastia y la Jerarquia Catolica


Por Alejandro Robledo F  ( SDP )
"Una historia llena de crímenes, corrupción y muertes, le quita toda autoridad moral a la jerarquía católica de ser representantes de Dios en la tierra".

 Los últimos meses el mundo ha sido testigo de la creciente denuncia de numerosos casos de pederastia de curas católicos de todas las órdenes que integran este culto. Aunque no es un asunto nuevo, pues siempre se ha hablado de casos de pederastia y perversión clerical. Actualmente el escándalo ha crecido por el número de denunciantes, y porque se involucra a importantes curas y al mismo papa Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), por encubrimiento, además se ha vuelto a revivir el nombre del Karol Wojtyla (Juan Pablo II), porque muchos de los ahora abusadores y las órdenes a las que pertenecen fueron encumbrados en su papado y protegidos por el mismo papa a pesar de estar informado de los abusos.
Cuando Wojtyla era papa, Ratzinger fue el encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir la santa inquisición de nuestra época. Las acusaciones que se ciernen sobre el actual papa, son porque estaba informado de los abusos pederastas de los curas, y nada hizo por sancionar a los pervertidos, para evitar el escándalo por instrucciones de Wojtyla.
Con la denuncia de las víctimas, de los cuales muchos son adultos, apenas se ventila un poco la putrefacción y perversión de la jerarquía católica. Se han documentado casos de sacerdotes que han abusado de decenas y centenas de niños, lo mismo en Estados Unidos, que en Irlanda, y en muchos países de todos los continentes.
Haciendo gala de su cinismo, algunos jerarcas católicos han justificado a sus cofrades con argumentos absurdos como el obispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, que dijo: "La pornografía y el Internet provocan esas reacciones en los curas"; o según el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez: "Hay menores que consienten la relación y que si te descuidas te provocan"; o como el obispo de Saltillo, Raúl Vera, que señaló: "Pensamos que era una gripita que pasaría". Se habrán olvidado que desde hace siglos estas prácticas clericales son comunes en todo el mundo, o tal vez estas declaraciones sólo son un alarde de cinismo.
En México, el caso de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, es el más claro ejemplo de las prácticas pervertidas de la jerarquía católica. La ambición por el dinero que ha acumulado esta orden en décadas de recibir generosas donaciones, aunado a los gustos sexuales antinaturales por los niños, hacen de este personaje y muchos de los curas de esa orden que comparten los mismos gustos que su finado mentor, el mejor blanco de las críticas de la opinión publica. Al día de hoy, Maciel, sus sátiros y su orden son señalados por cometer cientos de abusos sexuales a niños que estaban bajo su tutela religiosa.
Lo sui géneris de este asunto es que se toman las denuncias como nuevas, cuando muchos de estos casos se habían señalado cuando Maciel aun vivía, pero fueron acallados por políticos, empresarios y comunicadores que eran protectores de Maciel, quien tenía poder por sus relaciones con la élite mexicana y el Vaticano. Era muy bien visto por Juan Pablo II por sus enormes aportaciones económicas a la "noble" misión de Wojtyla "de llevar a la iglesia a todo el mundo". En México sus relaciones eran al más alto nivel, era amigo de Carlos Salinas desde antes de que fuera Presidente. Fue Maciel y Girolamo Prigione, delegado apostólico en México, quienes cabildearon con Salinas la reforma antijuarista a la Constitución, para que después de 100 años se reanudaran las relaciones diplomáticas con el Vaticano, se reconociera personalidad jurídica a la iglesia católica y Juan Pablo II viniera a México. Así fue como comenzó el ocaso del estado laico y secular.
Uno de los beneficiarios de esa negociación fue el cardenal Norberto Rivera, ahora arzobispo primado de México, y que se encumbró en la cúpula religiosa gracias a su mentor Maciel. Rivera sigue gozando de la impunidad que le da sus relaciones político-religiosas, aún cuando está involucrado en un proceso penal en Estados Unidos por encubrimiento de curas pederastas. Hoy Rivera haciendo gala de su doble moral, condena con una levedad digna de la inquisición el reconocimiento de algunos derechos, como el derecho a decidir que tienen las mujeres en el Distrito Federal para abortar, y recientemente el derecho de matrimonio entre personas del mismo sexo, que le fue reconocido a la comunidad lésbico-gay.
Retomando el nombre de Maciel, hay que recordar que fue gran amigo de Ernesto Zedillo cuando fue Presidente, en su sexenio la élite de los Legionarios de Cristo gozaron de grandes privilegios, negocios e impunidad. Con Fox, el Presidente confesional, la relación fue más estrecha, pues fue Maciel el que intervino con el papa, para que se anulara el matrimonio religioso del Presidente para que pudiera casarse con Martha Sahagún. Así se hizo acreedor de los favores del poder, fue la pareja presidencial la que detuvo los señalamientos públicos de los abusos de Maciel. Ahora, en lo que va del sexenio de Felipe Calderón, poco se ha hecho por perseguir a los pervertidos de sotana ni condenar sus acciones públicamente.
Hoy, todo mundo que tuvo una relación con Maciel calla para no verse involucrado, los más cínicos se dicen engañados. Políticos de todos los colores, líderes de opinión, comunicadores y empresarios, los hombres y nombres más poderosos del país tendrán que ser señalados algún día por su participación en estas fechorías, por haber encubierto y protegido a los agresores de los niños.
A muchos no nos sorprende el escándalo que se suscitó por estos abusos, se veía venir, pero lo que si es seguro es que los mexicanos pondrán a prueba su capacidad de indignación cuando comiencen a salir a la luz pública los abusos y atrocidades que han cometido muchas órdenes religiosas y sus curas en las comunidades indígenas y rurales, donde a voces se habla de abusos sexuales a niños indígenas.
Con tantas muestras de inhumanidad y perversión de parte de los jerarcas católicos, mucha gente indignada ha expresado que ojalá Dios los perdone, yo creo que sería aún mejor, que dios los reviente...

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