4/02/2011

Obama, Delincuente ...

 Democracy Now
El representante demócrata de Ohio, Dennis Kucinich, está hoy con nosotros para discutir por qué piensa que el presidente Obama podría haber cometido "un delito” al comprometer fuerzas militares de EE.UU. para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia sin aprobación del Congreso.
JUAN GONZALEZ: Comenzamos nuestro programa de hoy sobre Libia. La Casa Blanca se niega a confirmar un informe de que el presidente Obama ha firmado una orden secreta autorizando apoyo clandestino del gobierno de EE.UU. a las fuerzas rebeldes que tratan de deponer al dirigente libio Muamar Gadafi. Según la agencia de noticias Reuters, Obama firmó la orden, conocida como una orden ejecutiva confidencial [presidential finding] dentro de las últimas dos o tres semanas.
Antes, en esta semana, el New York Times reveló que agentes de la CIA ya están en el terreno en Libia como parte de una fuerza clandestina occidental para apoyar la campaña de bombardeo dirigida por EE.UU.
En Washington, los planes de guerra del presidente siguen siendo criticados por algunos miembros del Congreso. El jueves, el congresista demócrata por Ohio Dennis Kucinich pronunció un discurso de 40 minutos en el hemiciclo de la Cámara. Acusó al presidente Obama de violar la Resolución de Poderes de Guerra al atacar a Libia sin aprobación del Congreso. El congresista Kucinich también sugirió que las acciones del presidente constituyen un delito de juicio político.
AMY GOODMAN: El congresista Dennis Kucinich está hoy con nosotros en Washington, D.C. para hablar sobre Libia así como las últimas noticias desde su Estado de Ohio, donde, bueno, anoche el gobernador republicano John Kasich firmó una ley que elimina los derechos de negociación colectiva de los empleados del Estado y les prohíbe declararse en huelga.
Congresista Dennis Kucinich, bienvenido a Democracy Now! Comencemos con Libia. Presente su tesis planteada ayer en el hemiciclo de la Cámara.

DENNIS KUCINICH: En pocas palabras, el presidente no tiene autoridad constitucional para hacer lo que ha hecho. Ha cambiado la Constitución, en efecto, al decir que tiene un privilegio ejecutivo para librar la guerra. Ha ignorado el Artículo I, Sección 8. Ignoró la Ley de Poderes de Guerra. Incluso ha excedido el mandato de la ONU. Y al hacerlo, su gobierno ha llevado a este país por un camino que es profundamente antidemocrático, y tiene que ser cuestionado.
JUAN GONZALEZ: Y, congresista, cuando usted dice un "delito de juicio político”, son palabras bastante fuertes.
DENNIS KUCINICH: Bueno, realmente, lo que he dicho es que ha excedido su autoridad como ejecutivo, y formulé la pregunta de si cuando alguien hace eso está cometiendo en realidad un delito de juicio político. Mire, no va a haber un juicio, pero alguien tiene que decir que lo que está haciendo el presidente está fundamentalmente mal, si estamos de acuerdo en la forma en la que se fundó este país. Los fundadores no querían crear, en el ejecutivo, otro rey británico que podría librar la guerra según su antojo y capricho.
Este presidente ha asumido un poder que ningún presidente, ni siquiera el presidente Bush, asumió. Y pienso que tenemos que concentrarnos en esto, no en el asunto de si nos gusta o no el presidente Obama, tampoco en si somos demócratas o no, sino de si comprendemos o no los principios constitucionales básicos de la separación de poderes, de la separación del poder de la guerra, y que el papel del presidente como comandante en jefe no tiene nada que ver con la capacidad de librar la guerra. Simplemente no tiene ese poder.
AMY GOODMAN: ¿Y con respecto al argumento del presidente Obama, cuando presentó sus argumentos a la nación, de que estaba tratando de impedir una masacre y que habría sido erróneo no actuar con la comunidad internacional?
DENNIS KUCINICH: Bueno, no sabemos qué estaba sucediendo exactamente en Libia, porque el hecho es que cuando llegó una comisión de investigación de la ONU, tuvo que partir rápidamente, porque habían comenzado los bombardeos. El hecho de que el dirigente de ese país lanzase amenazas,ya sabe, no tendría que constituir una base para que EE.UU. supusiera que teníamos derecho a entrar y comenzar a suministrar cobertura aérea a los rebeldes. Quiero decir, este asunto ha rebasado de un salto la “intervención humanitaria”, e inevitablemente está tomando partido por los rebeldes, de modo que estamos ayudando a detonar una guerra civil, una operación militar hecha y derecha que, ya sabe, parece haber sido la verdadera intención todo el tiempo.
De modo que, realmente tenemos algunas preguntas serias que formular a este gobierno. Y el Congreso, si es que significamos algo con respecto a nuestras responsabilidades históricas como los primeros entre iguales en nuestra Constitución, tenemos la obligación de obligar a rendir cuentas a este gobierno, y no sólo ser suplicantes ante el poder de un presidente que ahora comienza a actuar como alguien que va más allá de lo previsto en la Constitución.
JUAN GONZALEZ: Bueno, congresista, pero la realidad es, especialmente en términos de la reciente historia de EE.UU., que ha habido una cantidad de intervenciones de EE.UU. en países donde se ha detenido justo antes de una guerra hecha y derecha, pero el presidente, por una u otra razón, no pensó que era necesario, antes de enviar tropas al terreno, solicitar el voto del Congreso. ¿Qué piensa sobre cómo se ha desarrollado la Ley de Poderes de Guerra en EE.UU. en los últimos años?
DENNIS KUCINICH: Bueno, tenemos un par de problemas. Ante todo, lo que han hecho otros presidentes, ya sabe, francamente, no tiene nada que ver. Si existe un argumento de que, bueno, el Congreso no hizo valer antes su autoridad, y lo que ha sucedido es que nosotros –pienso que Glenn Greenwald también lo argumentó en un artículo reciente– no significa que la aquiescencia permanente ante una usurpación ejecutiva del poder del Congreso anule el documento fundador. No lo hace. Llega un punto en el que hay que decir: “Espere un poco”. Y así, es lo que estoy haciendo.
Ahora bien, si se considera la Constitución de EE.UU., Artículo I, Sección 8, está definido firmemente el poder de guerra. Se lee el sentido en Washington y Jefferson, se lee en Los Papeles Federalistas, número 69, lo que Hamilton escribió al respecto, lo deja en claro. Es donde residen los poderes de guerra. Ahora bien, la Ley de Poderes de Guerra fue un intento de definir mejor la relación entre el Congreso y la presidencia mediante la fijación de circunstancias según las cuales el presidente puede actuar antes de ir al Congreso y suministrar posteriormente la notificación.
El presidente no ha cumplido los requerimientos de la Ley de Poderes de Guerra al respecto, en términos de la definición de que haya un ataque o una amenaza de ataque a EE.UU.. Por lo tanto, se trata de una circunstancia en la cual este gobierno está redefiniendo la presidencia de la misma manera que John Yoo, el abogado del presidente Bush, la redefinió. Tenemos en este caso una presidencia que está llegando a ser, que comienza a ser indistinguible de la de la Casa Blanca de Bush con respecto a su uso del poder de guerra, con respecto a su interpretación del poder ejecutivo, con respecto al papel del presidente en la definición de todos los temas de seguridad nacional sin consultar en absoluto al Congreso.
AMY GOODMAN: ¿Qué piensa que debbería hacer el presidente Obama en Libia, y luego en Yemen, por ejemplo? Quiero decir, tenemos que considerar todos estos países –Túnez, Egipto, Yemen– donde EE.UU. ha apoyado a esos dictadores, esos déspotas, durante décadas. ¿Pero qué debería hacer EE.UU. en Libia? ¿Y luego, qué pasa con Yemen donde EE.UU. sigue apoyando a Saleh?
DENNIS KUCINICH: Bueno, en esto tenemos dos cosas, Amy. Una es lo que deberíamos haber hecho y la segunda es dónde estamos ahora. No tenemos derecho a intervenir en los asuntos internos de ningún país. Siempre es terrible que la gente sufra bajo un mal dirigente, y es terrible cuando hay violencia. Ya sabe, nunca se puede aceptar eso. Por otra parte, como señaló maravillosamente Noam Chomsky, una guerra humanitaria es un oxímoron. Inevitablemente se expande para engullir a los ciudadanos. Estamos involucrados en una guerra civil, en lo que es una guerra civil en gestación que inevitablemente va a convertir a Libia en un cementerio. Tenemos que dar marcha atrás. Tenemos que salir. Ahora bien, ante cosas tan inquietantes, significa que habrá profundas consecuencias para la gente a cuyo lado hemos intervenido, y habrá profundas consecuencias para la CIA que ha estado en el terreno. Pero la realidad es que no teníamos derecho a inmiscuirnos.
Y vayamos más allá de Libia. Si comenzamos a intervenir con propósitos humanitarios en toda la región, vamos a alimentar este impulso de guerra. Podríamos estar al borde de una guerra que es tan amplia que nos va a engullir. Y ahí es realmente, pienso, adonde nos dirigimos, porque el gobierno de Obama no muestra el tipo de moderación que la gente tiene derecho a esperar del presidente de EE.UU. y no muestra la disposición de reconocer el papel constitucional del Congreso. Y si no tenemos al Congreso como una rama que también gobierna, tendremos un ejecutivo que tiene toda la libertad para emprender aventuras en su propio nombre, y no en nombre del país.

No hay comentarios: